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El pasado sábado, nuestra directora Sheila Queralt participó como invitada en La Setmana del Llibre en Català dentro de la grabación en directo del pódcast Paraules habitables, una colaboración entre La Xarxa y el TERMCAT. El acto estuvo presentado por la periodista Anna Murgadas (coordinadora de pódcasts de La Xarxa) y contó con la participación de Sandra Cuadrado (cineasta y jefa de comunicación del TERMCAT) y de la escritora Jenn Díaz, junto a Sheila Queralt. Juntas reflexionaron sobre cómo la terminología puede convertirse en una herramienta de transformación social, dando nombre a realidades que durante mucho tiempo han permanecido invisibilizadas. Durante su intervención, Queralt subrayó la importancia histórica del papel de los movimientos activistas en la codificación de términos vinculados al consentimiento y las violencias. No fueron los manuales jurídicos los que acuñaron expresiones como violación o acoso, sino la lucha social, que consiguió que esas experiencias tuvieran un nombre reconocible y, con él, un espacio de denuncia y reivindicación. “Cuando una experiencia tiene un nombre, puede compartirse y defenderse; sin palabras, queda silenciada”, destacó. Desde su experiencia en la lingüística forense, Queralt señaló que en numerosos procesos judiciales las víctimas no contaban con el vocabulario necesario para narrar lo que habían vivido, lo que generaba confusión en la interpretación jurídica. La precisión terminológica, explicó, puede marcar la diferencia entre que un hecho sea reconocido o no como delito: no es lo mismo hablar de “problemas de pareja” que de coacción o intimidación. Asimismo, analizó cómo los términos no son únicamente descriptivos, sino también performativos: nombrar fenómenos como gaslighting (luz de gas) o stealthing equivale a reconocerlos públicamente como violencias, lo que tiene consecuencias tanto sociales como legales. También recordó que la literatura y el cine han funcionado históricamente como laboratorios lingüísticos, introduciendo expresiones que después pasaron al activismo y, finalmente, al reconocimiento terminológico. Queralt insistió en que la adopción de nuevos términos equivale a dar visibilidad y reconocimiento jurídico a experiencias antes silenciadas. Así ocurrió con el concepto de violencia vicaria, que permitió tipificar y reconocer una forma extrema de violencia contra las mujeres y los hijos e hijas en los tribunales. Finalmente, vinculó esta reflexión con sus propias líneas de investigación y divulgación, recogidas en su libro El poder de les paraules (Ara Llibres, 2025), presentado ese mismo día en La Setmana. En él desarrolla una idea central: las palabras que elegimos no son neutrales, tienen consecuencias reales en nuestras vidas y pueden convertirse en una herramienta de cambio social y judicial. Comments are closed.
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Sobre el blog...Este blog pretende ser una plataforma de difusión sobre el campo de la lingüística forense a nivel nacional e internacional. Enlaces de interés
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